viernes, 23 de enero de 2009

Declive social

Ya hace tiempo que tenía ganas de hablar de un tema que me preocupa, y si parece irónico que a mí a esta edad tan temprana me parezca preocupante, pero la verdad es que cada vez que pienso el semblante se me pone más triste.
Total quiero hablar un poco de la sociedad actual aquí en España.
Yo soy de Catalunya, nación o comunidad autónoma, la verdad es que a mí tanto me da, sí que amo a esta tierra y le tengo cariño, pero a una bandera no le rindo pleitesía (sea cual sea), pero sigamos en el hilo del que quiero hablar que sino nunca empiezo : La sociedad.

La sociedad española esta en decadencia y tiene un problema muy grave, la moral. Y es que por raro que parezcea ahora que las personas son mas abiertas en la forma del pensar, "superliberales", ateos y desengachados a cualquier tradición, se abren pequeñas brechas por todos lados que no se pueden ni cerrar.
Una de ellas es la falsa libertad que existe hoy en día, y que tanta hilaridad me crea, por ejemplo un homosexual (hablando en eufemismos) puede decir tal y pascual, y ningún problema, hasta ahí perfecto, hay que respetar pensamientos, pero si habla un cura o una persona religiosa sobre ese tema se le tacha de retrógrado, de masón, de comunista, de brujo y de todas esas palabras que hemos oído a lo largo de la historía, y es que ahora seguimos sin que todo el mundo pueda decir la suya sin ofender al prójimo.
Otro brecha es el trato inhumano que estan recibiendo nuestras personas mayores, a ver que no son muñecos, que son personas y que tenemos que cuidarlas. Es triste que los hijos no tengan tiempo para cuidar a sus padres, y lo peor aun no tienen tiempo ni para cuidar a sus propios hijos. Estamos en una sociedad en que el significado de familia pasa a ser puro tramite, burocracia convencional. Quizas hay que recapacitar que detrás de todo anciano en una residencia o de un niño detras de un ordenador, existe una persona, con todo el derecho a ser preciada.
Una brecha importante es el amor, es ya indignante educar a los chavales de 10 años a que se pongan condon. Por favor. Y no estoy en contra de una educación sexual, pero almenos que sea digna y a la edad apropiada que luego llegan embarazos no deseados y enfermedades. Despues los chavales crecen y parece que solo piensan en meter el clavo en cualquier lado, y tampoco creo que deba ser la cosa así, pero ya se sabe.
La última (de tantas que podría citar) es el poco tacto a las personas con discapacitadas, nos venden por una parte la moto de que son como nosotros y que se deben integrar, y publicidad barata, pero luego la realidad es otra, estas personas apenas reciben ayuda, pagas míseras con las que pagarse los alimentos y las medicinas, creo que tambien tienen derecho a la vida, igual que todos aquellos fetos que no son rubios con pelos azules.

En definitiva, he resumido mal y brevemente el punto de vista de un don nadie, eso sí sigo vivo dentro de este Friky circo.

lunes, 5 de enero de 2009

La perfección del tiro

Image Hosted by ImageShack.us


La perfección del tiro es un libro de Mathias Enard, y es el último que me he leído.
El argumento esta bastante bien, aunque es dificil involucrarse de lleno en la historía, ya que rara vez te puedes poner en la piel del protagonista.
Es una persona fría y calculadora, propone la lógica ante cualquier sentimiento, esta claro que es un excelente tirador pero tal vez ese rol le confunde y deja de tratar a las personas como seres humanos y empieza a tratarlas como victimas de su mirilla.
La trama comienza a liarse, ya que aparecen en la historia un par de personas que cambiaran, en parte, la froma de pensar del protagonista, aunque tampoco os quiero decir mucho ya que si os atrae será mejor que lo leais.
Es una lectura rápida, apenas 170 páginas, y de tres o cuatro tiradas te lo puedes leer.


A favor: La evolucion constante de la historía que deja al lector un poco pasmado. La gran capacidad de explicar como es un tiro, como se siente el que tiene un arma en la mano.

En contra: Varios topicazos que se ven previsibles. Hay partes que resultan pesadas, suerte de que son contadas.



Puntuación: 6,8 Merece la pena leerlo, a no ser que tengas otro libro más interesante por delante.