domingo, 15 de agosto de 2010

Poema: A Belisario



A Belisario

Viéndote sobre el cerco de la luna
triunfar de tanto bárbaro contrario,
¿quién no temiera, ¡oh noble Belisario!
que habías de dar envidia a la Fortuna?







Estas lágrimas tristes, una a una,
bien las debo al valor extraordinario
Conque escondiste en alto olvido a Mario,
que mandando nació desde la cuna.

Y ahora, entre los míseros mendigos,
te tiraniza el tiempo y el sosiego
la memoria de altísimos despojos.

Quisiéronte cegar tus enemigos,
sin advertir que mal puede ser ciego
quien tiene en tanta fama tantos ojos.



Poema de Francisco de Quevedo

Cuadro de François-André Vincent



martes, 3 de agosto de 2010

Frecuencia: Bob Dylan

Bob Dylan: Like a Rolling Stone

Once upon a time you dressed so fine
You threw the bums a dime in your prime, didn't you?
People'd call, say, "Beware doll, you're bound to fall"
You thought they were all kiddin' you
You used to laugh about
Everybody that was hangin' out
Now you don't talk so loud
Now you don't seem so proud
About having to be scrounging for your next meal.

How does it feel
How does it feel
To be without a home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

You've gone to the finest school all right, Miss Lonely
But you know you only used to get juiced in it
And nobody has ever taught you how to live on the street
And now you find out you're gonna have to get used to it
You said you'd never compromise
With the mystery tramp, but now you realize
He's not selling any alibis
As you stare into the vacuum of his eyes
And ask him do you want to make a deal?

How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

You never turned around to see the frowns on the jugglers and the clowns
When they all come down and did tricks for you
You never understood that it ain't no good
You shouldn't let other people get your kicks for you
You used to ride on the chrome horse with your diplomat
Who carried on his shoulder a Siamese cat
Ain't it hard when you discover that
He really wasn't where it's at
After he took from you everything he could steal.

How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

Princess on the steeple and all the pretty people
They're drinkin', thinkin' that they got it made
Exchanging all kinds of precious gifts and things
But you'd better lift your diamond ring, you'd better pawn it babe
You used to be so amused
At Napoleon in rags and the language that he used
Go to him now, he calls you, you can't refuse
When you got nothing, you got nothing to lose
You're invisible now, you got no secrets to conceal.

How does it feel
How does it feel
To be on your own
With no direction home
Like a complete unknown
Like a rolling stone?

lunes, 2 de agosto de 2010

Relatos breves nº12: Trolas, In Memoriam

Trolas, In Memoriam


Se llamaba Pedro Jiménez Álvarez, aunque casi nadie le conocía por ese nombre, en cambio si preguntas por el Trolas, todo el mundo te sabrá decir quién es.

Era un chico más del barrio, con problemas familiares como en todas las casas. Su historia es un tópico de la sociedad del siglo XXI, ya sabéis: embarazo de adolescente, él no quiere, ella tiene miedo, familia religiosa y niño a la de 3. Pues vaya, así nació el Trolas, viviendo con su madre de 15 años en casa de sus abuelos.
El bebé paulatinamente fue creciendo, y cuando tenía 6 años, su madre lo abandonó a merced de sus abuelos. Ya sabéis: chica inmadura de 21 años conoce a tío duro pelo pincho con buen coche que le promete el cielo, y ella cae rendida a sus huesos. Se ve que el chico trabajaba en la construcción y tenía que mudarse a otra ciudad, y su madre aprovechó la ocasión para dejar el muerto a los suyos. Poco se sabe de ella.
El Trolas tuvo que criarse con sus abuelos, y todos sabemos lo que es eso. Si ya cuesta a un padre entender el mundo en el que viven sus hijos (y eso que ronda una distancia de 30 años de generación a generación), imaginaos un abuelo. Se crió a base de consentimientos, Play Stations, y materialismo.
Como en cualquier colegio, el que más juguetes tiene es el dueño y señor de la clase, así que desde muy pequeño el Trolas fue el centro de atención de todos sus compañeros (entre los cuales me incluyo yo). Su vida se basaba en restregarnos todo lo que poseía, y todo lo que le permitían sus abuelos hacer.
Pasaron los años, y llegó el instituto, para el Trolas fue todo genial. Moto a los 14, piercing a los 15, y novia a los 16. El sueño de cualquier primate adolescente lo tenía él. Y a base de campanas y trapicheos de drogas consiguió ganarse un poco de pasta.
Pero no todo fue un “jardín de las delicias”, a los 12 esnifaba pegamento, a los 13 fumaba cigarros, a los 14 probó los porros, a los 15 probó el cristal, a los 16 era adicto a la cocaína, y de ahí para delante palabras como Heroína, Speed se hicieron hueco en su particular diccionario.
Hasta los 17 le fue bien, tenía pasta para comprar cosas, y si el negocio le iba mal siempre podía robar dinero a sus abuelos, pero todo cambió cuando el viejo la palmó. Su abuela, no se quiso hacer cargo de él, tal vez fuera por aquella ocasión en el que él, ante la necesidad de devolver cierta cantidad grande de pasta, amenazó con un cuchillo a su progenitora para que le diese la pasta.
Se intentó buscar la vida, pero los amiguetes con los que jugaba a futbol, no le quisieron abrir las puertas. Su tercera novia le dejó, y le dijo que ella quería seguir estudiando y sacarse alguna titulación. Él ni siquiera había pasado segundo de ESO. Estaba mal, muy mal. Después de pasar unos días en la calle, cometió un delito (otro de tantos), pero la diferencia es que la policía le atrapó, y le condujo a un centro de menores.
Le quitaron sus posesiones (moto, y el coche que le había dejado el abuelo), y durante un tiempo estuvo controlado.
Cuando cumplió los 18 le dejaron. Volvió a la calle, y consiguió que su abuela lo volviese a aceptar. Intentó resurgir el negocio de las drogas, pero era ya muy tarde, estaba totalmente enganchado. Cada día se metía una o dos rayas, y si podía en días importantes (ya conocéis Nochebuena, Navidad, Epifanía del Señor…) se proporcionaba un chute.
A los 20 su abuela vuelve a echarlo, estaba muy desfigurado, no pesaría más de 60 kilos, y eso que medía casi 180 cm, vestía siempre la misma ropa, y se dedicaba a robar motos y vendérselas a un gitano a 100 euros. Con esa pasta conseguía, si podía inyectarse un poco de droga.
Hace poco cumplió los 22, fue la última vez que lo vi. Me pidió un euro, y yo no se lo dí. Su mano estaba llena de mierda, sangre, tabaco y pus.
Hoy me he enterado de que ayer lo encontraron muerto en un banco del barrio. En el bolsillo de su asqueroso pantalón encontraron una nota:


GRACIAS.