sábado, 24 de agosto de 2013

Historia del Cine: Cantando bajo la lluvia (1952), S. Donen y G. Kelly



Cantando bajo la lluvia
1952     
Stanley Donen y Gane Kelly


El musical no es especialmente un género que me entusiasme, pero la película Cantando bajo la lluvia me sorprendió gratamente. Para que un musical funcione debe de tener un aspecto creativo y original que lo separe de la simple secuencia de videoclips musicales encajados uno tras otro. Por ejemplo Bailar en la Oscuridad (2000) de Lars Von Trier es una clara muestra de hasta donde se puede explotar el género, sin parecer cursi y ñoño.

El largometraje de Stanley Donen y Gane Kelly, tiene fuerza y una trama interesante. Aunque peca de tener un hilo predecible, ya desde el principio sabes con quien va a acabar el actor principal, su ambientación y su narración de fondo son espectaculares. Es una obra magnífica para conocer un paso clave de la historia del cine: el nacimiento del sonoro y la muerte de la película muda. En Cantando bajo la lluvia se hacen múltiples referencias a la primera película sonora El cantor de Jazz (1927), y como ésta revolucionó el mundo del séptimo arte. Aparte, los actores deben adaptarse a esta nueva época, y dejan de ser ‘simples’ amateurs en el mundo de la interpretación, para convertirse en profesionales. Algunos actores serán capaces de dar el paso y otros no. Este tema es recurrente en el cine, tanto hoy en día, un ejemplo claro es The Artist (2011) de Michael Hazanavicius, como en el pasado donde un modelo magnífico es la obra El Crepúsculo de los dioses (1950) de Billy Wilder.

En materia musical cabe decir que el filme cuenta con una decena de números que sobresalen por su variedad de estilo y recursos. Desde el típico espectáculo de Broodway, pasando por número a dúo como “Moses Suposses” o el clásico “Singin’ in the Rain”. Las canciones están bien logradas y la escenografía demuestra calidad y acierto. 

El detalle final de la película, un elemento metacinematográfico, me encantó: Don y Kathy visualizan como sus nombres aparecen en un cartel como protagonistas de una película titulada “Cantando baja la lluvia”.

domingo, 18 de agosto de 2013

Historia del Cine: Sucedió una noche (1934), Frank Capra



Sucedió una noche
1934
Frank Capra


Sucedió una noche es una de las películas más representativas del género Screwball, un género que se basa en la gracia de los diálogos y en el juego interpretativo y otorga importancia a la improvisación y a un ritmo ágil. Y, como antes mencioné la película de Frank Capra es una exposición perfecta de dicho género.

La trama está bien lograda, y su forma de desarrollarse, como una road movie, crea un buen ambiente que hace que el filme sea dinámico y coherente. Sin duda es en esta película donde Capra demuestra su enorme capacidad narrativa y su optimismo hacia la vida. Los personajes principales son formidables y las actuaciones de Clark Gable y Claudette Colbert son excepcionales, demostrando una gran capacidad de actuación. 

La historia, si bien es cierto que no es innovadora, tiene un guion sólido. Desde el comienzo se intuye lo que va a suceder y cómo va a terminar el largometraje, pero la evolución del mismo no es tan previsible. No es de extrañar que la película del italiano ganara el Oscars al mejor guion adaptado.

Sucedió una noche es un filme esencial para la Historia del Cine, se puede decir de que es la primera gran Screwball, y marcará una pauta para futuras películas. Aparte fue la primera película es triunfar en los Oscars llevándose los grandes trofeos: mejor película, mejor director, mejor actriz y mejor actor; aparte del ya mencionado mejor guion adaptado.

viernes, 16 de agosto de 2013

Historia del Cine: Metrópolis (1927), Fritz Lang



Metrópolis
1927
Fritz Lang



Metrópolis no es una película más de la década de los años veinte del siglo XX. No es tampoco un filme como otro del expresionismo. Metrópolis es un largometraje único y genuino, y aunque puede ser acusado de maniqueo y simple, cabe decir que su trama está bien lograda y que en ningún momento se le puede acusar de tendencioso.

Fritz Lang escribió con su mujer, Thea von Harbour, la que sería una de las obras más reputadas de la historia del cine y el ejemplo, por antonomasia, del expresionismo alemán. Su estética y puesta en escena marca todo un hito en la historia del cine mudo, en parte gracias a su coste de producción, y es un clásico obligatorio para todo amante del séptimo arte. La narración es dinámica, y la sucesión de secuencias se desarrolla de una forma continuada, dando vida al filme. La inmersión en un futuro donde la división social está muy definida no es nada nuevo para el lenguaje fílmico, pero la forma como lo trata el autor sí. Metrópolis achaca a la sociedad los males de siempre, un mensaje tan expuesto en 1927 como hoy en día.

Lo curioso, por no decir irónico, es que el mensaje de armonía que transmite la película es utópico, y que desde su creación ha quedado evidenciado que lo que propone Lang es un cuento de hadas. Quizás sea ese punto el que más se le puede criticar al largometraje. Pero no por ello creo que deba restar importancia a la película, que con diferencia a las otras miles de películas de cine mudo se muestra en ella una singularidad genuina, y que es, sin lugar a dudas, la obra magna del director. 

En fin, filme de obligada visión para cualquier cinéfilo.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Historia del Cine: Ladrón de Bicicletas (1948), Vittorio de Sica



Ladrón de bicicletas
1948
Vittorio de Sica



Sin lugar a dudas Ladrón de Bicicletas de Vittorio de Sica es una de las películas más representativas del cine neorrealista italiano de la posguerra. Las historias de este género utilizan un lenguaje diferente. Es un cine que trata de aprehender la realidad referencial a través de la mirada directa, dejando en segundo plano los componentes cinematográficos y la construcción técnica y simbólica de la imagen. Como se observa en la película, se trata de captar sin artificios el devenir de los sucesos en su espacio concreto.

El largometraje del director De Sica transcurre en apenas tres días, y eso hace que la intensidad dramática de lenguaje que utiliza sea gigantesca. El comienzo de la película nos transporta de pleno a la Italia de finales de los años 40’, con la miseria de la clase obrera y la opulencia de las clases más favorecidas. Un contraste de poderes que, aunque pasa en segundo plano, queda magníficamente retratado en el filme. 

Lo más destacable de la película es su cruda realidad, ya que en ningún momento da la sensación de exageración. Y esto sigue el espíritu del directo que, aunque le ofrecieron que el protagonista fuese Cary Grant, De Sica prefirió utilizar actores anónimos, no profesionales, ya que encajaban perfectamente con el espíritu del filme.

domingo, 11 de agosto de 2013

Historia del Cine: El hombre que mató a Liberty Valance (1962), John Ford

El hombre que mató a Liberty Valance
1962
John Ford



Hablar de John Ford, es hablar de uno de los de unos de los más grandes directores de la historia del cine. Su clasicismo más que mostrarse como un suceso narrativo atemporal, se vuelve bello e incluso nostálgico. Y es que es sin duda la palabra nostalgia la que mejor definiría las películas de Ford. Un pasado perdido, una sensación de que antiguos valores se han perdido denotan su cine.

En El hombre que mató a Liberty Valance las características del cine de Ford se multiplican, llegando a un éxtasis en su propia sustancia. Con la silueta de Western, donde el director americano es catedrático, nos cuenta una historia profunda, con una composición exquisita para el paladar de los cinéfilos. Puede ser catalogada de anacrónica por el Blanco y Negro, pero quizás ese toque le dé una doble vuelta a la misma película, y nos muestra una nostalgia externa del filme.

En sí el filme narra la historia de un joven abogado de ciudad que llega al salvaje oeste e intenta poner un orden constitucional, racional. El joven es asaltado en el camino por un bandido (Liberty). Una familia le cuida y le suministra apoyo, y el abogado se enamora de la hija, que ya estaba medio comprometida con un ranchero que hace justicia en la zona. La historia, narrada con uno de los mejores flashback de la historia del cine, tiene mucho vigor, y deja al espectador inmerso en su trama.


Sin duda un largometraje de soberbia calidad, y una de las mejores películas del género, que muestra el ocaso del mismo y el paso hacia un mundo más racional y más complejo.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Historia del Cine: El Acorazado Potemkin (1925), Sergei M. Eisenstein

El acorazado Potemkin
1925
Sergei M. Eisenstein



El acorazado Potemkin es una obra maestra, una referencia obligatoria para todos los profesionales y aficionados del cine. Esta obra marca un antes y un después, y es que su diseño, su puesta en escena, y su oda a la narración, crea una atmósfera perfecta para el pleno deleite de la misma. La historia, basada en hechos reales, narra la sublevación de las tropas del Potemkin, hartas ya del trato discriminatorio que estaban sufriendo, hasta el punto de ser fusilados por negarse a comer comida podrida. En el largometraje también podemos observar lo sucedido en Odesa en 1905, cuando las tropas del Zar atacaron a la población, cortando de raíz cualquier tipo de rebelión.

Pero, más allá de los hechos narrados, el comienzo de la revolución Rusa, El acorazdo Potemkin es una obra muy bien trabajada, sobre todo en su forma de narrar los sucesos. La caída del bebé por las escaleras en Odesa, la muerte del marinero rebelde, la celebración popular, o el final de la película con la imagen del acorazado pasando por encima de la cámara, son pequeñas muestras del gran talento del director ruso.


En definitiva, el trabajo de Eisenstein merece la pena ser reproducido y transmitido, y aunque han pasado casi 90 años de su creación, sigue estando vigente como cualquier película actual.

martes, 6 de agosto de 2013

Historia del Cine: Un perro andaluz (1929), Luis Buñuel




Un perro andaluz
 1929
Luis Buñuel



Un perro andaluz, sin lugar a dudas uno de esos metrajes que no te deja indiferente, causa amor odio a partes iguales, y es que, en definitiva, ese era el principal propósito de las películas surrealistas, crear un sentimiento onírico, un estado subconsciente donde experimentemos una sensación interior. Luis Buñuel, que escribió el guion de la película con Salvador Dalí consigue llevarnos a un mundo de ensueño donde el surrealismo es el amo y señor de la escena, todo es un puzle sin sentido. Aunque el mismo Buñuel años después desveló alguno de los elementos que se exponían en el filme, el aragonés dijo: “Un capitán de Caballería de Zaragoza y un profesor de alemán y muchas otras personas coincidieron en las mismas significaciones. Las cuerdas: los impedimentos morales. Los dos corchos: la frivolidad de la vida. Las dos calabazas: los testículos. Los curas: la religión. El piano: lirismo del amor. Y los burros: la muerte. En lugar de tratar de explicar las imágenes deberían aceptarse tal y como son. ¿Me conmueven, me repugnan, me atraen? Con eso debería bastar”.

Explicar una película surrealista es casi imposible, ya que al tratar temas tan propios de cada psiché personal, puede derivar a que cada uno tenga una forma distinta de entenderla.

En definitiva, Un perro andaluz es una obra de obligada visión para cualquier cinéfilo, ya que junto a La Edad de Oro (1930, Luis Buñuel) marcan las dos obras cumbres del cine surrealista, un género clave para entender la historia del cine.