viernes, 22 de enero de 2016

El vídeo



"El vídeo fue la última incorporación significativa a lo que fue una creación del hogar español de los años setenta: la sala de estar en la que era elemento imprescindible el tresillo y, en la pared de enfrente, el mueble estantería cuyas baldas sustentaban alguna foto enmarcada, ciertas porcelanas de gusto dudoso y tonos pastel, las botellas de licor (el whisky o la ginebra de producción nacional, más el castizo coñac, pues el anís estaba en recesión y los aguardientes de fruta correspondían todavía a la clase media universitaria) y, como entronques familiares con el mundo de la cultura, el televisor y los fascículos encuadernados (o los vistosos lomos de los libros del Círculo de Lectores)."


José-Carlos Mainer en El Aprendizaje de la libertad 1973-1986

jueves, 21 de enero de 2016

Frecuencia José Mercé: Elegía a Ramón Sijé




José Mercé- Elegía a Ramón Sije


Aquí el poema de Miguel Hernández completo:

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas


daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.


No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.


Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte
a parte a dentelladas secas y calientes.


Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de mis flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.


A las aladas almas de las rosas...
de almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

martes, 19 de enero de 2016

Crónica de una muerte anunciada, la química en Tarragona





Artículo escrito para Circ de Tarragona el 18 de Enero de 2016

Hace un mes llegaba a los vecinos del Camp de Tarragona una noticia de gran repercusión en el territorio: la empresa Covestro, antigua Bayer, quiere ‘chapar’ sus puertas en 2017, dejando en la calle a más de 120 familias.

La noticia no pasó de pies puntillas, ya que era la primera pieza de la fila de fichas de dominó en caer, aunque no es del todo cierto. La situación de la industria química en Tarragona está pasando un mal momento, o mejor dicho va de mal en peor. El posible cierre de Covestro es el inicio de un síntoma que lleva padeciendo años la química tarraconense.

Esta última década hemos visto un retroceso notorio en la industria, por ejemplo en Ercros Tarragona ha cerrado plantas durante este periodo, Dow Norte ha tenido su Cracker parado durante meses hace dos años, y Repsol también ha reducido en Química, y en Petróleo se plantea la continuación de su planta de Cogeneración.

Bien es cierto que otras empresas como BASF, Maxam (compradora de la planta de ácido nítrico de Ercros), o la propia Repsol han invertido en el territorio, pero siempre de una forma moderada.

Todo tiene un trasfondo geoeconómico que va mucho más allá de Tarragona. El principal factor a jugar en la Química ha sido el precio del barril del petróleo, la materia prima. Las subidas y bajadas del barril inducen a un desajuste continuo (desde 130 dólores en julio de 2008, a los 30 dólares de hoy) que provocan unas situaciones económicas complejas, que como bien sabemos a quienes primero afectan son a los trabajadores de la industria.

Pero el principal problema en la industria tarraconense no es el precio del barril, aunque este es un problema evidente. El principal obstáculo lo explicaba muy bien el propio presidente del Comité de Empresa de Covestro, Ramón Viña, cuando dijo que “el motivo real es la deslocalización del producto”, es decir llevar la empresa a otro lugar.

La globalización provoca estas cosas, en India la ampliación de la refinería de Jamnagar, dejaba casi en ridículo a las de la Península Ibérica, su producción es unas diez veces superior a la de la Pobla de Mafumet por ejemplo. A parte, ahora las grandes élites prefieren producir en los países productores o cercanos al mismo, ya que encuentran un coste menor de desplazamiento del producto, mano de obra más barata, unas condiciones ambientales prácticamente nulas, y un lobby empresarial instalado en los gobiernos para controlarlos.

Como noticia positiva, si es que hay algo positivo en todo esto, es que la llegada de una nueva clase trabajadora-consumidora en China y en los tigres asiáticos, ha levantado la demanda, en esta espiral consumista que no tiene fin. Este hecho ha mantenido a las químicas en standby, pero todo cambia.

China y los países en vías de desarrollo, nombre eufemístico para llamar a los países explotados, tarde o temprano colapsarán el mercado y será entonces cuando comiencen los cierres, ya que la apertura de nuevos complejos químicos generará una oferta mayor que la demanda y entonces…pues se irán al garete las menos productivas.

Este ciclo no es nuevo en el capitalismo, desde el sector textil en el siglo XIX, pasando por la automoción en el siglo XX, la industria química continúa su viaje deslocalizador que acabará en el país más pobre del mundo y donde el precio de fabricación sea más barato. Vaya, el sueño de cualquier magnate de la economía: máxima producción al menor coste.

Tarragona no va a ser diferente al resto del mundo, y temo que a medio plazo su industria se irá al traste, y el problema no es el tercer carril, que también suma, el problema no será tampoco el salario de los trabajadores, que no es precisamente muy alto, ni tampoco serán las leyes de medición de contaminación, que dejan mucho que desear, el problema simplemente se llama  sistema capitalista. Aquí lo que importa no es la producción, es el beneficio de la misma. Covestro, como apuntaba Viñas, tiene márgenes positivos, tiene clientela, y tiene demanda, pero seguramente no gana tanto como si estuviera en Pakistán, o en Indonesia. Esto es la crónica de una muerte ya anunciada.

Lo peor casi no es el cierre de la química, que lo es, lo más duro es el proceso que estamos empezando a visualizar. Algunas empresas van a optar por la deslocalización de una forma clara, y otras intentarán mantener los mismos beneficios que las químicas asiáticas. Lo primero en reducir coste: el personal contratado.

En Tarragona lo estamos viendo en diversas empresas subcontratadas del sector, como es el caso de EMTE o Altrad-Radisola. Pero quienes trabajan en la química saben perfectamente que casi todas las subcontratas se han ‘apretado el cinturón’: bajada de salarios mensuales, pérdidas de pagas, y explotación a través de las horas extras. Este hecho a su vez provocará conflictos continuos en el territorio.
En el Camp de Tarragona el problema se agrava debido que, a parte de la industria y el turismo, no existen sectores lo suficientemente fuertes como para sostener a los más de 400.000 habitantes de la zona metropolitana. Y ese es un problema a afrontar en una o dos generaciones que si desde hoy no comienzan a trabajar los gobiernos locales desembocará en una fuerte crisis social, más aguda que la existente ahora.

En fin, esto no es más que una Crónica de una muerte anunciada. 

martes, 12 de enero de 2016

El modelo de lucha laboral en los albores del siglo XXI


El modelo de lucha laboral en los albores del siglo XXI

Fragmento del ensayo del libro Fuerzas de trabajo de Beverly J.Silver



[...] Los movimientos obreros a lo largo de más de 150 años mantienen el mismo fin, que no es otro que la legítima defensa de la clase trabajadora. Sin embargo los métodos de defensa de la misma  han tenido la obligación de variar adaptándose a las nuevas circunstancias geopolíticas y geosociales. 

[...]

El neoliberalismo y el capitalismo de finales del siglo XX, han seguido una lógica con la caída del bloque soviético en los 90’. La globalización ha dado un paso más, y a diferencia de la primera gran globalización de finales del siglo XIX, parece que los países occidentales ya no pueden volver atrás. La prensa, la radio, la televisión y sobre todo la red de internet son elementos indispensables en esta nueva economía donde todo varía en segundos. Con la caída del patrón de oro, y del modelo keynesiano, una nueva realidad económica ha comenzado y los movimientos obreros todavía no han sabido dar respuesta a nivel global.

Las organizaciones sindicales, y en conjunto la lucha obrera, deben rediseñar sus estrategias si quieren defender sus intereses como clase. [...]Los cambios de emplazamiento de las industrias por parte de la élite financiera no ha conseguido terminar con las reinvindicaciones de la clase trabajadora, simplemente los ha trasladado de un lugar a otro del planeta.

En un mundo cada vez más automatizado, donde cada vez se necesita menos mano de obra para la producción de bienes, y donde el sector terciario de la economía está llegando a ser el tipo de empleo del 70% de la población activa, se necesitan nuevas formas de organización laboral capaces de superar las barreras del individualismo. Las luchas comunitarias como elementos de unión, y la potenciación de internet como elemento de opinión pública, son las tareas pendientes por parte del sindicalismo del siglo XXI. 


Estas nuevas formas de proceder de los sindicatos deben acompañarse de una visión global de economía. Si no, pueden volver a caer en la lucha cerrada en el centro y el aislamiento de los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas.


 El Modelo de lucha obrera en los albores del siglo XXI