viernes, 28 de mayo de 2010

En un bar cualquiera...

El otro día vi una de esas tantas escenas cuotidianas que apenas damos importancia pero que sin saber muy bien porqué, se te quedan grabadas en la mente.

Bien, os explico, iba a realizar un examen en una ciudad un poco apartada de la mía, así que decidí ir un poco antes por si había tráfico, ya sabéis, más vale prevenir que curar. Total, llegué al sitio como una media hora antes del control, por lo que decidí ir a comerme un bocata en un bar cualquiera. Pues bien, una vez dentro, repasando apuntes, observé como de uno en uno venía un grupo de jubilados y se sentaba en una mesa reservada para ellos, en el fondo de la estancia. Nada del otro mundo, pero me dio por fijarme atentamente en ellos, algo era diferente, algo no parecía normal. No era un simple grupo de jubilados que iban al bar a tomar un café y luego cada uno por su casa, era un grupo de amigos de toda la vida, se les veía en la cara, en sus expresiones, en sus comentarios cariñosos y plenos de nostalgia. Puse oreja a lo que hablaban, y comentaban jugadas suyas de cuando eran jóvenes, de esas historias que solo las puedes comentar con tus más queridos. Pura envidia. Aparte de sus aventuras y desventuras, también hablaban de temas actuales, cosas que le preocupan, maravilloso.

Llegué tarde al examen, pero mereció la pena. Al día siguiente (tenía otro examen), decidí volver a ir pronto, pero esta vez era para verlos, para saborear desde el anonimato su preciosa amistad. En serio, formidable.

Ahora sentado desde mi casa, miro las fotos de mis amigos, ojala dentro de muchos años, cuando las arrugas comiencen a aparecer en nuestros rostros, podamos sentarnos juntos como tantos años hemos hecho y seguir hablando de nuestras cosas, esas de las cuales sólo nosotros nos reímos.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Relatos Breves nº11: Yo, psicópata.

Yo, psicópata.

Soy un psicópata, tengo que confesarlo.

La verdad, no me lo esperaba.

Yo, que siempre he sido un buen chico y nunca me he metido en líos.

Al principio no me lo pude creer, ¿Cómo pudo ocurrir? Muy fácil, te vi, simple y llanamente te ví, y desde entonces supe que tenía que conseguirte. Por eso soy un psicópata, un obseso que sólo basa su vida en tenerte y en lograrte.

Debería estar encarcelado en algún lado, pero ya me ves, aquí, como si fuera un ciudadano más, pero en el fondo tengo una mente maquiavélica que controla todos tus pasos, todos tus movimientos, todos tus pensamientos ¡y ni siquiera te has dado cuenta!

Esta claro que no estoy bien, te persigo a todas horas, y cuando no te persigo, te pienso. La cabeza me va a explotar algún día de estos. Me hablan y pienso en ti, tomo una cerveza y pienso en ti, me acuesto y pienso en ti. 24 horas. Me parece raro que no te hayas dado cuenta.

Sí, soy yo, el que se madruga todas las mañanas para verte salir del portal. Sí, soy yo, el que te sigue con el coche para saber que lugares visitas. Sí, soy yo, el que te espía cuando sales de compras con las amigas. Sí, soy yo, el psicópata de la calle de debajo de tu casa.

Lo he pensado, y esto de estar trastocado mentalmente no es tan malo como la gente pinta, ¡qué va! Ahora ya no pienso ni en política, ni en deportes, ni en nada. Ahora sólo me centro en ti.

Llevo días queriendo decirte algo, algo importante, algo que quizás cambiará el sentido de tu vida, algo magnífico que te puede pasar. A ver si me atrevo. Es raro ¿no? Soy un psicópata, pero a la vez soy un cobarde. Iluso de mí, creía que venía de serie.

Me hace gracia, cuando hablo contigo es como jugar al ajedrez, siempre intentando mover la ficha acertada con el único y principal objetivo de hacer un jaque mate. Tú ni siquiera te das cuenta. No es por echarme flores, pero lo hago bien.

Me importa muy poco que digan los demás. Que hablen.

Y si me dices que sí…

Creo que tengo un tumor en la cabeza con tu nombre grabado. No me lo puedo quitar, y la verdad es que tampoco quiero. ¡Qué crezca! Que se haga fuerte y que perdure.

Hoy te volveré a ver, y seguro que me volverás a sonreír. Eso para un psicópata es como una dosis de morfina para un yonkie. Eso sí, es la dosis para un día, mañana querré más, y pasado aun más.

Me despido. No te enfades conmigo, es una enfermedad mental, no le puedo hacer nada, tal vez debería visitar a un psicólogo, o tal vez debería visitarte a ti.


Besos, tu psicópata favorito.

lunes, 10 de mayo de 2010

Javier Jiménez

Como bien sabéis pocas veces hablo de mi vida privada, y esta vez no será diferente. Pero el caso es que hoy os quiero presentar a un amigo mío que en su tiempo libre se dedica a la fotografía, y no lo hace nada mal.
Se llama Javier Jiménez Martínez, nacido en Tarragona a finales de los 80'. Supongo que es uno de los denominado homo novo en el sentido artístico, ya que aparte de hacer la captura de la fotografía, después la trata y la modifica (contrastes, colores, etc) mediante un soporte informático.

Tiene un flickr (para los más perdidos, es como una galería online) de sus obras. Supongo que aun no está muy definida la temática de las imágenes, aunque muchas de ellas reflejan un poco el día a día del autor.
Mis favoritas son Sr.Huevo y una en la que se ve enfocado un muñeco de trapo, le da un aire tristón. Quizás el siglo XXI no esta hecho para muñecos de trapos.

Si queréis ver más: FLICKR
LLegada
Sin título (podría ser Sin lugar en el siglo XXI)
Seguidme
Sr.Huevo

miércoles, 5 de mayo de 2010

Frecuencia: Tequila


Voy en un barco,
se hace de noche en altamar
Suave es la brisa,
no tengo prisa por llegar...

Voy en un barco,
son quínce días de soledad...
Y aunque me alejo,
no me arrepiento de viajar...

Voy divisando por este y oeste,
lo que miro no tiene final...
Ahora es de noche y el horizonte,
se pierde entre la oscuridad...

Voy divisando por este y oeste,
lo que miro no tiene final...
Ahora es de noche y el horizonte,
se pierde entre la oscuridad...

Quinientos años después,
cruzo el Atlántico al revés...
En el puerto final,
nadie me va a esperar...

martes, 4 de mayo de 2010

Punset

"Hay vida antes de la muerte"

Eduard Punset

Esta frase la vio el científico en un metro de Nueva York, allá por los años 60.

lunes, 3 de mayo de 2010

Giotto

Este cuatrimestre me ha tocado estudiar Historia del Arte de la Baja edad media, es decir, arquitectura, escultura y pintura de obras de entre el siglo XIII al XV.
La verdad, y tengo que confesarlo, estoy aprendiendo mucho, y seguramente este cambiando mi visión acerca del estilo gótico y renacentista, sabiendo que más que un cambio cultural hecho por la invención de unos cuantos, se trata de una estampación de la sociedad de aquel momento.



Uno de los autores que más me ha llamado la atención es el italiano Giotto di Bondonne. Estepintor, escultor y arquitecto pertenece al llamado período trecento (1300), y más particularmente a la escuela de Florencia.
Lo grande de este autor son sus innovaciones técnicas en el campo de la pintura,jugando con la luz para dar una sensación tridimensional, apenas inexistente en la pintura de la época. Sus temas son patéticos (dramáticos), haciendo una particular inflexión con el estilo alegre de la otra escuela del trecento italiano, la de Siena (Duccio, Simone Martinni, y los hermanos Lorenzetti).




Giotto se basó en parte en el estilo de Cimbaue, artista del duecento, que adquiría grandes rasgos de la pintura bizantina (sobretodo el uso del dorado). Aunque Giotto, como me he referido al principio supo innovar, dando un carácter más humano a los protagonistas de sus obras, y creando una sensación de canocidad, por eso se le reconoce como el abridor de las puertas al renacimiento italiano.
Su obra más importante se encuentra en Padua (Italia) y esta en la Capilla de los Scrovegni. Se trata de 36 pinturas al fresco con representaciones alusivas a la vida y muerte de Jesus, con gran importancia de María (personaje clave en el periodo artístico tardiomedieval).



Si tenéis un poco de tiempo, no dudéis en echar un vistazo a su obra.