Ayer tuve la fortuna de escuchar en el programa radiofónico Carne Cruda, de Radio 3, una entrevista al célebre entrevistador Jordi Évole. Sin duda la entrevista fue un verdadero éxito ya que el entrevistado dio mucho juego a Javier Gallego, presentador del programa.
Y es que la verdad Jordi se ha convertido en un verdadero símbolo para muchos españoles que muchas veces no entendemos lo que está sucediendo en este loco país de excentricidades. Como muchos de vosotros sabéis, Évole, desde el 2008, presenta un programa en La Sexta llamado Salvados, en éste se entrevista a personalidades de primera línea política, expertos en las diferentes materias tratadas por cada programa y a personas vinculadas al movimiento intelectual. Sin duda la mayor cualidad de las entrevistas es la sencillez y la claridad con la que Jordi las realiza, están hechas para que personas, como tú o como yo, que no tenemos mucha idea sobre un tema, podamos entender lo que sucede.
Salvados pone los colores, sobre todo a nuestra clase política tan contradicente y sin vergüenza que siguen unas doctrinas, propias de un libro de George Orwell, de sus respectivos partidos. Faltan líderes comprometidos con la idea de justicia, igualdad y unidad. Faltan personas que miren más allá de sus ombligos y sus intereses, y eso es esencialmente lo que Jordi Évole creo que trata de transmitir: el dirigente político no es un sabio, sino un ciudadano más que por una razón u otra ha llegado a ese puesto.