Esta semana que hemos vivido en España es quizás una de las más
penosas que ha visto nuestra endeble democracia, y es que los políticos se caricaturizan
constantemente con sus acciones y sus palabras.
Europa lo ha conseguido, o mejor dicho los países punteros (Francia
y Alemania, sobretodo) están
consiguiendo que, poco a poco, los estados periféricos se vuelvan sumisos a sus
decisiones, sin que afecte mucho a las ideologías de sus países. Tampoco los
países atacados por esta nueva política parecen muy afectados a nivel
políticos. Y es que estamos gobernados por gente mediocre que vive más del
servicio al partido que al suyo propio, y no quiero decir con estas palabras
que las dictadura sean buenas, válgame Dios, lo que quiero transmitir es que
deberían ser más férreos en sus ideas e intentar ser valientes aunque eso
cueste la legislatrua. Estoy harto de escuchar a todos que hace falta un
cambio, que debemos avanzar, pero lo único que veo en los ojos de la gente es
resignación y sumisión ante más y más recortes a la dignidad de las personas ¿Tan perdida está la causa? ¿Tan difícil es hacer
justicia?
Ojalá nuevos vientos viren y podamos salir de esta crisis
que más que económica es moral. Cada vez nos importan menos las cosas, cada vez
nos acercamos más al abismo que no es otro que la negación de nuestra esencia.