Isabel, el camino de una nueva era.
Una de las grandes sorpresas de esta temporada para mí, en terreno audiovisual, ha sido la serie Isabel de RTVE. Su primera, y espero que no última temporada (se escuchan rumores de que no habrá más), ha sido espléndida, magnífica y muy lograda. Su reparto, aunque al principio tenía mis discrepancias (Michelle Jenner de Los hombres de Paco, Rodolfo Sancho de Amar en Tiempos en Revueltos, o Víctor Elías de Los Serrano, entre otros muchos), ha demostrado estar por encima de las expectativas y manejándose con un guión soberbio ha manifestado que no hace falta un gran presupuesto para ser una gran serie.
Y es que, aunque se compara la serie Isabel con Los Tudor , por la cercanía de la edad en la que transcurre y por su desarrollo en las cortes, creo que las diferencias son notables, y no es una versión española de aquella inglesa.
Isabel tiene carácter y distinción propia. La política íbera de finales de Medievo era un hervidero de traiciones, guerras, y pactos clandestinos, sin lugar a duda un escenario perfecto para el espectador ansioso de chismorreos, peleas y demás afrentas personales, como es mi caso. Los personajes, bien labrados, tienen personalidad y desde Alfonso de Castilla hasta Juan II de Aragón, pasando por el arzobispo de Toledo Carrillo, cada uno de ellos demuestra una lógica adscrita a su preocupaciones, situaciones y por qué no decirlo, ambiciones. La historia que desarrolla la serie es bastante fidedigna a la real, y aunque muchas cosas se las sacan de la manga los guionistas, son condonados por relacionarlas bien y crear una armonía fantástica para dejar al espectador enganchado a la pantalla.
Una serie 100% recomendable, y que demuestra que en España también se pueden lograr hacer series de gran calado sin, como mencioné antes, gran presupuesto.