Nunca estuve ahí
"Como extraño mi sabana hermosa
metido en la cordillera
Esperando que llegue la hora
de regresar a mi tierra"
Hace un par de meses pude ver, por fin, la película Ya no estoy aquí del director mexicano Fernando Frías de la Parra. Una película altamente aconsejada por mis amigos más cercanos.
La vi en en un viaje que hice a Belgrado, tras una semana de no decir ni una palabra en castellano. El ambiente gris y tristón de la capital Serbia, sumado a un día nublado y lluvioso, incrementó el sentimiento de morriña y nostalgia, un plus, sin duda, para ver la película.
Tengo que decir que desde el minuto 1 me cautivó. Varios fueros los factores. El principal, el contexto. Estamos en México, cambiando de siglo, un personaje que a nivel generacional entiendo perfectamente. El mundo no acaba de sentarle bien, la camisa no está entallada. El protagonista, el actor Juan Daniel García, se refugia en sus amigos y en la música: la cumbia rebajada. Pero hay más que música: fotografía, vestuario, actuaciones...
Me he liado, lo sé. La película es un lío. Pero, no hay que desesperarse, al contrario, debes dejarte llevar, debes fluir. Volvemos a México de principios de mileno. Hay problemas, drogas y delincuencia, pero el principal problema es la falta de identidad en este mundo globalizado. ¿Cómo se soluciona? Apegándote a tus raíces, a lo que es tuyo. Cumbia rebajada ¿por qué no?
Y es que, el sentimiento de identidad es innegable. Podemos intentarlo borrar, podemos escribir encima, pero el día que llueva en la sabana volverá de nuevo a florecer lo que somos, de donde venimos y cual es nuestro legado. ¿Muerte a la posmodernidad? No sé, mejor dicho, no quiero. No la matemos.
Una vez te dejas llevar, todo va suave. La música te hace vibrar, comienzas a sentir. En definitiva, obra maestra cinematográfica.
"Vamos, vamos a bailar
que en la casa está el fandango
el negrito y la negrita
que bonito están bailando
esta cumbia muy caliente
yo la seguiré bailando..."