martes, 9 de septiembre de 2008

Un nuevo dia

Cualquier cambio en el ser humano genera dudas y preocupación. Seguro que más de uno de los presentes ha tenido que sufrir uno o varios cambios de estos.
Seguro que os preguntáis que me ha pasado, basicamente que hoy me he emancipado, bueno digo hoy por decir algo, creo que uno se emancipa el dia que piensa que vive en casa de sus padres en vez de la suya. A mí ese dia me llegó hara un año, y es curioso por que si te pones a reflexionar ese dia te cambia el rumbo de la tierra (E pur si muove)

Imagino que según las experiencias personales de cada uno este giro copernical puede suceder en varias ocasiones, tal vez cuando tus padres se separan o se te muere un familiar querido. 
En el mundo hay cambios drásticos que hacen cambiar la opinión de las personas en pocos días. La revolución francesa, el psicoanálisis personal, o tal vez temas tan pocos transcendentales como la pedrastría de Michael Jackson.

A la conclusión que quiero llegar, es que los humanos giramos en un planeta que se mueve no solo fisicamente sinó tambien mentaly espiritualmente, la estabilidad por así decirlo es antinatural, es algo que no esta en el medio, por eso cuando me preguntan sobre el futuro intento dar largas o no pensar en él (claro está que piensas pero no creando unos planes perfectamente detallados) .

La comprensión de tu estancia en el mundo y tu papel imagino que es el logro personal de cada uno, tu propio madero de tormento es saber que haces aquí, y eso se consigue a través de varios giros.



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Tal vez todos cuando nacemos estamos como en el mito de la caverna de Platón, encadenados a una pared con la visión fija en una luz en la oscuridad que dibuja una silueta, después alguien nos libera y nos hace ver a través de un giro que esas sombras que veíamos no eran más que unos caballos de madera que estaban reflejados por una antorcha, cuando salimos de la caverna nos ciega el sol, es algo nuevo, un nuevo movimiento en nuestro interior, nos dirigimos a una pequeña charca para ver mejor y vemos un caballo en ella, cuando alzamos los ojos nos damos cuenta de que en el agua solo estaba el reflejo de un caballo de verdad, otro gran giro, y otra comprensión más.

Por eso no tenemos que tener miedo a los cambios, de todos ellos se pueden aprender cosas que nos ayudaran a comprender nuestra estancia.

Que conste que yo aun no he salido de la caverna, me quedan muchisimas cosas por aprender.



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