*Es bastante osado decir que no quieres ser el protagonista de una guerra cuando envías un batallón de los mejores cazas del mundo para atacar un país ajeno al tuyo. Es bastante osado, vaya.
Pues esta persona, o este grupo de personas, es el presidente norteamericano Barack Obama y su gobierno. Mediante una resolución de la ONU, y con el apoyo de sus amigos europeos de Francia y Reino Unido, van a atacar al gobierno de Libia. El motivo, los desproporciónales ataque que Gadaffi y sus amigotes estan haciendo contra el pueblo. Todo claro, en nombre de la democracia (Killing in the name of).
Cualquier amante de la novela caballeresca y de la ciencia ficción vería con muy buenos ojos al premio Nobel de la Paz entrando triunfante en un caballo blanco en Trípoli, incluso los americanos, a los que con toda la serenidad del mundo se les ha prometido que no pisaran ese país, sólo lo volarán. Pero la realidad es otra, tanto Estados Unidos como Francia han apoyado al presidente libio durante muchos años, a sabiendas de las aventuras que el Indiana Jones Africano había realizado en su país. Para los occidentales era un tipo majo, un poco loco, un poco dictador, pero simpático. Seguramente parte del pueblo libio no lo vería así, y más cuando se empezó una parte a liberarse. Pero está claro que los problemas que pasan en Libia sólo lo pueden solucionar ellos mismos. Al menos para los que tenemos claro que el pueblo libio es soberano.
Esto de soberanía parece que nuestros amigos del otro lado del charco no lo entienden: Cuba en 1989, España en 1939, Corea en 1950, Vietnam en 1972…Irak en 2003, en definitiva. Aunque si una cosa tienen en común todos estos países es que los deja tirados en la miseria, y si hay suerte al cabo de varias décadas se pueden recuperar.
Me sabe mal por Libia, es un país hecho por europeos para europeos, lo curioso que allí viven africanos, que paradoja. Lo más triste de todo es que los que pagaran el pato serán los de siempre, la gente más humilde, que ya sea a base de balas o de opresión acabarán arrodillándose en un charco de sangre del cual nunca quisieron ir.
No quiero olvidarme de los medios de comunicación europeos y americanos, que por vender periódicos hacen de la guerra y de la miseria de la población libia, un espectáculo propio del Circo del Sol. Una vez más demostramos nuestra falta de cultura y de solidaridad.
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*Os pongo una foto de Sabratha, Libia, para que veáis que no todo es tan feo en ese país.
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