AQUELARRE
(Inspirado en el cuadro de Francisco de Goya : El Aquellarre o el gran cabrón)
En una tienda de campaña en mitad del profundo bosque un grupo de cinco amigos decide pasar la noche, estos cinco los componen: JAIME, su novia CRISTINA, sus hermanos mellizos PEDRO y ELENA y su amigo ANDRÉS.
JAIME- ¿Lo habeís escuchado?
CRISTINA- ¿El que?
JAIME- Un ruido muy raro.
PEDRO- ¿No habrá sido tu barriga Jaime?
JAIME- Parecía como un grito.
CRISTINA- Calla Jaime, vas a asustar a Elena.
ANDRÉS- Mejor será que apagues la linterna y nos volvamos a dormir, mañana queda mucho trayecto por hacer, y si no dormimos un poco nos cansaremos muy temprano.
PEDRO -Jaime por Dios apaga la linterna.
JAIME -Vale, vale.
Y se volvió a oscurecer la noche.
Al cabo de un rato
JAIME -¿Alguien sigue despierto?
ELENA -Yo,
JAIME -¿Lo has oído?
ELENA -Sí. Tengo miedo.
JAUME -Esta vez estaba más cerca que antes.
ELENA -Parecía un bebe llorando.
JAIME -No, no, esta vez lo he oído mejor, era la voz de una mujer.
PEDRO -Quieres hacer el favor de dormirte.
CRISTINA -¿Otra vez Jaime? Ya esta bien con la broma, que no picamos ¿sabes?
JAIME -Esta vez no he sido el único que lo ha escuchado, Elena también lo ha oído.
ELENA -Si, es verdad.
ANDRÉS -¿Queréis hacer el favor de dormiros? Son casi las dos de la madrugada, y el sol saldrá a las siete y poco, y como no hayamos dormido bien luego estaremos todo el día con sueño.
CRISTINA -¿Jaime?
ELENA -Lo has oído tu también, ¿verdad?
CRISTINA -Sí, pero no se, quizás es el ruido de las hojas cuando corre el viento, y parece como un murmullo de una persona.
ELENA -Yo juraría que es una niña llorando. Tengo miedo.
CRISTINA -Vamos a dormir, mientras antes pasemos la noche mejor.
PEDRO -¿Qué ha sido eso?
JAIME -¿Lo has oído?
PEDRO -Sí y lo he notado justo aquí al lado.
ANDRES -Venga...¿qué pasa hoy? ¿no tenéis sueño?
PEDRO -Esta vez lo he oído Andrés, no se si era una persona o qué pero era un sonido muy raro, y ha pasado muy cerca de aquí.
JAIME -¿Estamos todos despiertos?
CRISTINA -Sí.
ELENA -Sí yo también lo he oído, creo que es una niña que grita “¡Ayuda!”.
ANDRES -¡Ala! Y también pedía una hamburguesa doble de queso.
JAIME -No se muy bien que decía, pero esta claro que aquí pasa algo.
CRISTINA -Madre mía, quiero volver a casa.
PEDRO -¡Jaime por Dios apaga la linterna!
ANDRES -A ver, seamos razonables, estamos en una pequeña zona despejada de un bosque que es inmenso, estamos a 3 días de la civilización, ¿qué esperaís encontrar aquí?
ELENA -Quizás es el fantasma de una niña y quiere matarnos.
CRISTINA -¡Calla!
ANDRES -¿Qué tienes 15 años? Seamos razonables, seguramente esos ruidos los produce el bosque mismo, y sino un animal. Pero si nos tenemos que poner a pensar en fantasmas. Lo mejor será dormirnos y ya mañanas nos reiremos de esto.
PEDRO -Sí tienes razón, habrá sido un animal.
ELENA -¡Ah!
PEDRO -¡Apaga la linterna!
CRSITINA -Jaime por favor no habrás la tienda, por favor.
PEDRO -Esta aquí.
ANDRES -Esta vez lo he oído, debe ser un búho.
CRISTINA -¡Jaime ni se te ocurra salir!
JAIME -No veo nada.
CRISTINA -Mete la cabeza otra vez para dentro.
ANDRES -Es un búho.
ELENA -Es la niña, busca a su mamá.
JAIME -Cristina me vas a ahogar, tranquila, no hay nadie cerca.
PEDRO -Callar.
CRISTINA -Por favor, por favor…
PEDRO -¡Calla!
JAIME -Son más de uno.
CRISTINA -Vamonos de aquí, vámonos a casa.
PEDRO -No tenemos que quedarnos, si salimos ahora nos perderemos y lo que es peor seguramente nos caigamos por algún barranco.
ANDRES -Venga hombre, que es un búho. Anda, déjame la linterna, que voy a ver si la niña que pide ayuda necesita una hamburguesa.
JAIME -Andrés no seas loco, no vayas.
CRISTINA -No nos separemos.
PEDRO -¡Andrés!, ¡Andrés!
ELENA -¿Aquí moriría alguna niña?
JAIME -Alguna niña no sé, pero un compañero de trabajo dice que aquí vienen sectas satánicas a hacer reuniones bajo la luna.
PEDRO -Creo que has visto mucho La bruja de Blair.
ELENA -Hoy hay luna llena.
PEDRO -Serán hombre lobos entonces, niñas que se transforman en lobas.
CRISTINA -¡Calla de una vez!
JAIME -Cariño no te preocupes, que no pasa nada, yo creo que seguramente es un cazador, o quien sabe quizás un grupo de excursionistas como nosotros que se ha perdido.
CRISTINA -¿Tu crees?
JAIME -Claro que mi amor.
PEDRO -Dudo mucho que un grupo de excursionistas vaya por el medio de la montaña a las 3 de la madrugada.
ELENA -Si que tarda Andrés.
CRISTINA -¿Y si le ha pasado algo?
JAIME -Conociéndolo estará escondido en un árbol para darnos un susto.
PEDRO -Voy a salir a ver si lo veo cerca.
CRISTINA -No Pedro no salgas.
PEDRO -No me alejaré más de un metro de la tienda, si veo algo os aviso.
JAIME -Vale, espera que te doy la otra linterna.
ELENA -¿Pedro?
PEDRO -¿Sí?
ELENA -¿Ves algo?
PEDRO -No veo nada, pero sé de dónde vienen los sonidos, de arriba de la montaña. Ahora se escucha mejor, parece que cantan o algo similar.
CRISTINA -Dios mío, vámonos Jaime.
JAIME -Lo mejor que podemos hacer es quedarnos aquí hasta que amanezca.
ELENA -¿Y Andrés?
PEDRO -Habría que ir a buscarlo, quizás se ha perdido cuando se adentraba un poco al bosque.
CRSITINA -Ya volverá, tenemos que esperarle.
JAIME -Cris tiene razón, lo mejor será esperar al amanecer que tendremos mejor visión.
ELENA -Quizás está en peligro…
PEDRO -Voy a ir a buscarlo.
CRSITINA -¡No!
ELENA -Yo te acompaño.
JAIME -No Elena, quedaos.
ELENA -¡Suéltame! Enseguida volvemos, si vemos algo raro gritaremos.
CRISTINA -No, por favor…por favor, no…
Un buen rato después en la tienda.
JAIME -Mierda.
CRSITINA -Dios, por favor, tengo mucho miedo.
JAIME -¿Por qué tardan tanto?
CRSITINA -Quiero volver a casa, quiero volver a mi cama.
JAIME -Como nos estén gastando una broma se van a enterar.
CRISTINA -Mama…
JAIME -Por Dios Cristina, que asco, has pringado todo el saco de dormir, tranquilizate, no pasa nada, ya verás como no es más que una broma de mal gusto.
JAIME -Cambiate de ropa o se te quedará el olor.
Muy bien, tranquila, ves, ya estas mejor. Ponte las zapatillas te notarás más segura.
Voy a sacar el saco fuera de la tienda para que se vaya el olor.
Ven, abrázame, ¿mejor así?
CRISTINA -Sí, gracias.
CRISTINA -Es que nunca van a callar las voces. ¡Parar ya!
JAIME -Tranquila, tranquila, todo se arreglará, estamos juntos, no pasara nada si no nos separamos.
CRISTINA -Jaime me quiero ir.
JAIME -Bueno, si quieres nos podemos alejar de las voces, vamos en contradirección un rato, y ya mañana cuando amanezca volveremos, y ya verás como todo habrá sido un mal sueño.
CRISTINA -Me quiero ir a casa…
JAIME -Venga va, coge la linterna, caminar nos ayudará a despejarnos un poco.
JAIME y CRISTINA caminaron ladera abajo en silencio, hasta que algo les sobresaltó.
CRISTINA -¡Ah!
JAIME -Mierda.
CRISTINA -Vámonos Jaime, por favor.
JAIME -Era mi hermana.
CRISTINA -No, no, vámonos, no era tu hermana.
JAIME -Que sí, era Elena, no te acuerdas que dijo.
CRISTINA -No sabemos que hay arriba, tal vez era la niña que hablaba tu hermana.
JAIME -Tengo que subir.
CRISTINA -No…por favor.
JAIME -Quédate aquí quieta, ahora volveré a por ti.
CRISTINA -No me abandones…
JAIME dejó atrás a su novia y se fue montaña arriba en dirección adónde había sonado el grito.
JAIME -¡Ah!
PEDRO -¡Ah!
JAIME -¿Y Elena?
PEDRO -Corre.
JAIME -¿Y Elena?
PEDRO -Corre, no pares, no pares.
JAIME -¿Adónde vamos?
PEDRO -Adonde sea, tu no pares, corre. Nos va alcanzar.
JAIME -Pedro, para, explicame que pasa.
¡Pedro!
¡Pedro!
JAIME se quedó de nuevo en el bosque, por primera vez estaba en silencio total, ya no se escuchaba nada, únicamente el latido de su corazón.
JAIME -¿Pedro?
¿Elena?
¿Pedro estas ahí?
¿Cristina? ¿Cris?
¿Hay alguíen ahí?
¡¿Cristina?!
Dios, ¿qué pasa?
Algo se acercó a él.
JAIME -¿Quién eres?
EXTRAÑO -Aquel que tiene muchos nombres y a la vez ninguno.
JAIME -¿Y mis amigos?
EXTRAÑO -Muertos.
JAIME -¿Qué has hecho?
EXTRAÑO -Los he matado, gritaban mucho.
La luna se posó sobre el ser extraño, era raro, jamás había visto algo tan hermoso, tenía la piel pálida sin ninguna mancha. Su rostro era bondadoso, sus manos parecían como la seda, se vestía con un traje negro de buena costura, y sus ojos…parecían fuego.
JAIME -¿Qué demonios eres?
EXTRAÑO -Ja, tiene gracia esa pregunta.
JAIME -Te mataré.
EXTRAÑO -¿Con una piedra? No chico, mi destino ya esta escrito. Dentro de poco vendrán a por mí y me encadenaran durante mil años en una fría celda dónde jamás nadie antes ha sufrido tanto. Luego me soltaran durante un corto espacio de tiempo, y te aseguro que lamentarán mucho hacerlo. Y al final el alfa y el omega me matará.
Pero esta claro que tú con tu ridícula piedra no me harás nada.
JAIME -Eres un fantasma, no existes. Dentro de poco me despertaré.
EXTRAÑO -Sí, muchas veces me siento como un fantasma, como un espectro de lo que fuí, antes tenía mucho más poder, desde arriba controlaba a mis anchas la tierra y me reía de vosotros. Pero me echaron como un perro, aquí junto a vosotros.
JAIME -¿Qui…Quién te echó?
EXTRAÑO -¿Acaso no está escrito ya en el libro de la vida? Eres un ignorante, está claro, todos los sois. Ya se lo dije solo te sirven por su propio interés, pero no me quiso hacer caso, no me creía, pero yo se la realidad, sois todos unos egoístas, solo pensáis en vosotros mismos, pero aun así hay algunos que se resisten, malditos sean ellos.
JAIME -¿De que me estás hablando? ¿Dónde están mis amigos?
EXTRAÑO -Y lo peor su hijo, le dije que le daba todo el poder de la Tierra, sólo tenía que adorarme, ponerse de rodillas como estás tu ahora, y ya está le daría todo. Pero no, quería hacer las cosas como su padre, pues mira por esa razón castigare a sus más leales sobre la tierra con gran furia y cólera.
JAIME -Déjame, por favor.
EXTRAÑO -Nadie me puede ver, todo el que bebe de mi luz debe perecer. Soy dios.