Y este es el caso de nuestros vecinos franceses, y sobretodo de su presidente Nicolás Sarkozy. Es increíble que en la Europa post-modernista en la que vivamos ahora siga teniendo los mismos tópicos, miedos y temores que la Europa baja medieval. Aunque lo verdaderamente grave del asunto no es que Sarkozy y sus amiguetes de índole nacionalista (conocidos aquí como "fachas" (del término fascista)) hayan propuesto la expulsión de los gitanos rumanos de su país, lo verdademente serio del asunto es que Europa no se haya escandalizado y haya enviado literalmente a la mierda a Sarkozy, por intolerante e in solidario. Los presidentes de los respectivos gobiernos no se han mojado, e incluso gente de escasa capacidad cerebral como la candidata a las elecciones autonómicas catalanas, Alicia Sánchez-Camacho (Partido Popular), aprovechen esta ocasión para autonombrarse paladines de la raza pura y exaltar más el ambiente.
Vivimos en el siglo XXI, y os puedo asegurar (como estudiante de Historia) que esto es la misma basura que encontramos en el siglo X. Europa no es capaz de mojarse, y si no te mojas eres un cobarde, o eso era la ley del barrio. La realidad es que vivimos en un mundo de cobardes que no ven más allá de sus narices y su interés. Los rumanos gitanos de Francia, como los de España y otros países de la Unión lo que necesitan son los medios suficientes para poder fratenizarse con los demás, pero en cambio sufren el acoso y oprobio de todos.
Total, como dice el lema Francés: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
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