"Vamos a tu casa
me dijiste bajo las luces de tu amistad
me seguías la corriente
deja ya de mentirme, que tú solo querías follar
deja ya de engañarme, a mi me gustas de verdad
no ves que me quedo aquí sentada cuando todos se van?"
Pu-pum pum, pu-pum pum, pu-pum pum, pu-pum pum, así empieza la base de la canción 'Vamos a tu casa' de Soledad Vélez. Los primeros versos ya nos introducen en un mundo sonoro llena de tubos de neon, colores chillones en medio de la oscuridad.
Sumergirse en las melodias de la cantante chilena es recordar el mundo distópico de Blade Runner, esa imagen de futuro que se nació en los 80' y que por desgracia nunca sucedió.
Gracias a películas como Drive, videojuegos como Hot Line Miami o a animes como Ghost in the Shell, podemos hacernos una idea de es esa sociedad mecanizada, oscura y pre-apocalíptica.
Gracias a películas como Drive, videojuegos como Hot Line Miami o a animes como Ghost in the Shell, podemos hacernos una idea de es esa sociedad mecanizada, oscura y pre-apocalíptica.
Y es que hay algo de ese mundo que me atrae. Debe ser la estética neo-noir, la utopía de que todo puede pasar una simple noche, de que no hay más realidad que el momento actual y, cómo no, que no existe futuro, que es una invención absurda para seguir viviendo.
El viaje de Vélez en su disco Nuevas Épocas es a mi juicio magistral, capaz de eclipsar cualquier noción a la que estés sujeto. La evolución hacia el minimalismo en su lírica se agradece, más en un mundo musical contemporáneo lleno de mensajes vacíos y aburridos.
La vuelta a lo retro, letras expresionistas y la magia del beat hace que Soledad Vélez sea una de esas artistas que van directas a la sección de Favoritas.
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