miércoles, 26 de octubre de 2016

Independencia para Bonavista

Independencia para Bonavista







El pasado 15 de octubre se publicó una noticia en el diario La Vanguardia, que pasó con más pena que gloria. El redactado argumentaba como el municipio de La Canonja había pasado de barrio pobre a pueblo rico. En el escrito se detallaba que el pueblo había liquidado todas sus deudas financieras, en medio de la crisis, y que ahora podía apostar por políticas sociales: libros escolares, mantenimiento de obras públicas, remodelación del campo de fútbol, etc. 

Pero, ¿cuáles son las fuentes de financiación de La Canonja? Principalmente la industria química. Como explica el articulo del diario barcelonés, el pequeño pueblo del Tarragonés, de casi seis mil habitantes, obtiene como municipio unos 8 millones de euros de la industria química (principalmente impuestos), de los que actualmente se reparte, casi, ‘a pachas’ con el Ayuntamiento de Tarragona (56% La Canonja / 44% Tarragona en 2015), tal y como se estipuló en su día al segregarse el antiguo barrio. Estos 3,4 millones que recibe Tarragona, se quedarán en 0 euros en poco, con lo cual La Canonja tendrá todo ese dinero para su municipio.
Si bien es cierto que La Canonja sigue pagando casi un millón de euros a Tarragona por el servicio de autobuses municipales y limpieza, no es un dato significativo, debido que La Canonja en diez años recaudará 3,4 millones de euros más anualmente.

El consistorio de La Canonja, gobernado por el PSC, tiene un presupuesto de 11 millones de euros anuales, que como se ha comentado irá en aumento en los próximos años, y ha demostrado que le va mejor que a su hermana mayor, al menos en finanzas del cabildo.

Llegados a este punto, lanzo una cuestión para la reflexión: ¿cómo le iría a Bonavista si fuese independiente de Tarragona?, o mejor dicho ¿cómo les irían a los llamados ‘Barris de Ponent' la independencia de su metrópolis?

Los Barris de Ponent son una zona geográfica fácil de visualizar. Principalmente componen estos ‘Barris' los distritos del oeste de Tarragona: Bonavista, Camp Clar y Torreforta, los cuales se dividen en innumerables barriadas (Pilar, Torrenova, La Granja, Nou Centre, Icomar, Riu Clar, Barrio de las Moscas, Floresta, Albada, etc.). En total casi 40.000 personas viven en estas tierras del ‘otro lado del Francolí’, que componen casi un tercio de las almas de la ciudad. La población, es mucho mayor que la de La Canonja, y sus territorios, si delimitamos la frontera en el Riu Francolí, son los que tienen mayor expansión industrial de la ciudad. En estos territorios se encuentran los tres polígonos principales de la ciudad: Entrevies, Riu Clar y Francolí. A parte, es en la zona de Ponent donde ubicamos la química tarraconense: Pantalán y Tanques Playa de Repsol Petróleo, Bic, Dow Sur, Ercros, Asesa, Repsol Butano, E-ON, IQA, etc. Además, pasado el Francolí encontramos dos polígonos comerciales en auge: Les Gavarres (punto clave Reus-Tarragona) y el naciente Camp Clar en la N-340 (punto clave entre Vila-seca/Salou-Tarragona). Para finalizar, podemos añadir que en el oeste de Tarragona también encontramos un fantástico Complex Educatiu, y unas instalaciones potentes a nivel deportivo en el Polideportiu Camp Clar.

En resumidas cuentas, el potencial económico-social de los distritos occidentales de Tarragona son para tenerlos en cuenta. Pero llegados a este punto nos podemos preguntar ¿se invierte en los ‘Barris de Ponent’ de forma adecuada? ¿Se les tiene en consideración? ¿Hay un justo reparto de riquezas? ¿Se respeta de forma adecuada a estos barrios trabajadores?

Las respuestas deberían darse desde el consistorio, pero hay datos que apuntan a que la tendencia es negativa. Un dato curioso, es que el pasado mes Vila-seca aprobó una moción para que un autobús fuese directamente desde su urbe hasta el Complex Educatiu. Desde Bonavista, Torreforta, y Camp Clar, todavía hay que hacer transbordo en el centro de Tarragona, con la curiosidad de que son los centros de población más cercanos al Complex. Pero es un ejemplo más de la falta de preocupación en los barrios, podríamos mencionar muchos más: el deterioro del centro histórico de Torreforta, los parkings de tierra de Bonavista, la dejadez de los campos de futbol y basquet de libre acceso, el estado de las calles de Camp Clar, la necesidad de un desvío de la T-11, la falta de instalación de fibra óptica, la necesidad de zona verde, los pipi-can, la guardería en barracones de Camp Clar, y un largo etcétera.

Curiosamente, una de las pocas inversiones que ha hecho el ayuntamiento socialista ha dado mucho rédito, es el caso de la Rambla de Ponent, que ha transformado el deprimente Carrer Riu Segre, en un Bulevar lleno de vida y espina dorsal del comercio de los barrios occidentales.

Aunque, el principal problema de ‘Ponent’ sigue siendo la elevada tasa de paro, el fracaso escolar, y los problemas financieros de las familias obreras que conviven. Barrio rico en recursos industriales, y a la vez pobre en recursos económicos caseros. El occidente de Tarragona, junto con Sant Salvador, continúa siendo el farolillo rojo en economía familiar de la ciudad. El centro de la ciudad duplica, o triplica, si nos basamos en el IBI, el valor económico de un punto y otro. 


Con todo esto vuelve la pregunta, ¿sería ventajoso para los vecinos de Bonavista su independencia como municipio? La respuesta es compleja. Si volvemos a la comparativa La Canonja vs Tarragona, queda claro que la capital es mucho más rica con un PIB de 4.935 MEUR, y una renta per capita de 37.776 euros, que es mucho mayor que La Canonja, con un PIB de 98,2 MEUR y una renta per capita de 17.300 euros. Sin embargo La Canonja, que no deja de ser un pueblo obrero, no tiene deuda, con lo cual tiene vía libre para inversiones, en comparativa Tarragona tiene una deuda de el 100% de su presupuesto, más de 130 MEUR, con lo cual no hay apenas inversión (exceptuando los Juegos del Mediterráneo), ni se espera. 

En definitiva, para finalizar, dejar claro que estas líneas no buscan ser una apología a la independencia de los distritos occidentales de Tarragona, más bien, este escrito quiere dejar claro la importancia económica de ese eje geográfico, y la necesidad de crear políticas económicas que sean capaces de llegar a cada hogar de esa zona. Los ‘Barris de Ponent’ necesitan, y de forma urgente, planes de viabilidad económica para dinamizar su territorio, y que pasen de ser ciudades-dormitorio para empezar a crear industria local y servicios de consumo interno. El consistorio, o los futuribles aspirantes al mismo deberán empezar a hacer los deberes si no quieren que dentro de unos años Bonavista, Torreforta, o Camp Clar pidan la independencia. Al final, el ejemplo de La Canonja demuestra que hay vida más allá de Tarragona







miércoles, 19 de octubre de 2016

Cuba, el comunismo del siglo XXI

Reflexiones de Cuba antes de la muerte de los Castro


Octubre 2016. La Habana


Museo de la Revolución
Antes de nada y de hacer esta exposición de ideas quiero dejar claro que el que las escribe es un español, de clase media en su país según los cánones capitalistas, que únicamente tiene la intención de expresar, a través de estas palabras, su propia reflexión.

Primero de todo decir que Cuba es, sin duda, un país especial en su forma de estructura social y, sobretodo, económica. Más allá, la sociedad cubana no se diferencia al resto de las otras, hay gente para todo. No es raro ver en las calles tertulias sobre fútbol, cotilleos televisivos, opiniones políticas de nivel cuestionable, o chismes vecinales, como en cualquier otro lugar, pero ¿qué diferencias notables existen para que medio mundo hable de Cuba?


La ubicación geográfica de Cuba es curiosa, y clave para entender un poco lo que sucede en el Caribe. A ciento y pico kilómetros al norte de las fantásticas playas de Varadero, repletas de turistas, se encuentra la península de La Florida, territorio estadounidense. EEUU es la primera potencia mundial económica y militar, con el PIB más alto de todos los estados, y una renta per capita altísima, un fijo en el top ten.
En el otro lado, a poco menos de 100 km al sureste de la Bahía de Guantánamo, está Haiti, seguramente el país más pobre de América, y de los más del mundo. Su renta según una estimación del FMI en 2015 está sobre los 1799 dólares anuales per capita, jugando en la liga africana para saber qué país es más precario.
Si habláramos del resto de países del Mar Caribe veríamos que la tónica es mucho más parecida a Haití, que a los Estados Unidos, salvando en las distancias a México, que al ser un país mas o menos industrializado tiene un mayor peso económico.


Yogurt + 2 Galletas = 0,20 céntimos de Euro

Y ¿en qué situación económica se encuentra Cuba como Estado? Pues el país caribeño se encuentra en las mejores posiciones de la liga caribeña, por delante de Honduras, El Salvador o Jamaica. El motivo, más que por el sistema político, es por la diversificación de su mercado que por su puesto sí que está relacionado con el sistema político. Cuba tiene cierta industria y una ganadería potente. A parte no se basa en el monocultivo, y eso provoca flexibilidad en sus balance de comercio. A todo esto sumarle una incipiente entrada en el mundo turístico, entrando en competencia real con República Dominicana y México. 


La historia de Cuba es larga y extensa, así que resumirla es bastante complicada. En líneas básicas Cuba fue colonia española desde que Colón la 'colonizó' hasta 1898, cuando se independizó. Su emancipación nació de la patética política española en la isla y del interés de su vecino del norte en hacer lucro en ella, y desde su inicio como Estado estuvo ligada a los yankies hasta que en 1959 culminó una revolución social que finalizó el control estadounidense.

Me gusta matizar que quien ganó la revolución fue un ejército cubano, formado en su mayoría por campesinos, e industriales y estudiantes en segundo término, y que por lo tanto en la Revolución cubana no jugó por parte de los ganadores ningún elemento foráneo . Esta matización creo que es clave para entender por qué la Dictadura del Proletariado ha aguantado en Cuba más de 50 años, y por qué salvo el desembarco de la Bahía de Cochinos en 1961 el país no ha sufrido ninguna revuelta interna destacable.
Por otra parte los combatientes del lado de Batista, si que tuvieron apoyo extranjero, principalmente de los Estados Unidos, con lo cual su legitimidad se cuestiona para la sociedad cubana.

Che Guevara, símbolo nacional

Una vez triunfó la revolución, los intereses estadounidenses en el interior de la isla tambaleaban, principalmente el azúcar y la producción del refino del petróleo. En pocos meses EEUU bajó el precio del azúcar, dejando vendida a la isla a la pobreza más extrema, como solución los nuevos dirigentes buscaron otras opciones, y la URSS no tardó en ofrecerle la mano a cambio de implantar el comunismo y ya de paso instalar unos misíles. Estados Unidos como respuesta cerró sus refinerías al petróleo soviético, y Cuba las nacionalizó sin dar un peso. Como todos sabemos a los yankies no se les ríe nadie, y menos al negocio del petróleo de Rockefeller, sus Standard Oil Co., con lo cual iniciaron un bloqueo económico que todavía dura, aunque desde este siglo XXI las relaciones entre los vecinos ha mejorado, algo. 

Cuando te metes con el más chulo de la clase, y resulta que te saca dos palmos y tiene una fuerza mayor que la tuya, sueles resultar perjudicado. Y eso es precisamente lo que le ha pasado a Cuba, y más cuando su primo soviético abandonó el curso de la historia. 

Como resultado de esta particular historia encontramos un Estado que da la sensación que se ha clavado en el tempo. Si uno anda por sus calles observará la multitud de casas coloniales de la época de los 40', verá Chevrolets de los 50', camionetas y autobuses de los 70', electrodomésticos de los 80', ordenadores de los 90', y ropa del estilo de los primeros años del nuevo milenio. 
Una vez leí en un artículo que en Cuba no hay pobreza, hay miseria. Pero, es justo al revés, en Cuba no hay miseria, hay pobreza. Cuba es un país del Tercer Mundo a nivel económico (entendiendo Tercer Mundo como los cánones occidentales), sin embargo a nivel social es un país del Primerísimo Mundo, me explicó.

Bloque obrero de Santa Clara

Si somos capaces de ver más allá de la bici taxi, de las colas en los cajeros automáticos, de la maraña de cables eléctricos que cuelgan de las casas, y del estado de las calles, encontramos un país con unas ventajas sociales excelentes. Lo primero, es que Cuba es un estado que puede enorgullecerse de que nadie pasa hambre. El gobierno otorga a todos sus ciudadanos una cartilla de racionamiento en la cual obtienen pan, legumbres, algo de carne, huevos y café. Según la UNICEF Cuba es un país sin malnutrición infantil, y es que en Cuba los infantes son sagrados. Durante mi viaje una ingeniera industrial me comentó que si que daban pan, pero que estaba muy malo, y eso no lo dudo, pero tampoco que dar de comer a 11 millones de bocas cada día sea tarea sencilla.
Por otro lado está la educación, Cuba tiene la mayor tasa de universitarios, y el mejor sistema de educación de América Latina y el Caribe según la UNESCO. Quien no tiene una carrera es sencillamente porque no quiere. El Estado paga toda la carrera escolar, sin coste ninguno. Es cierto que no tienen los libros más nuevos del mercado, que las sillas no son doble confort, o que las pizarras no son digitales, pero pocos países, quizás salvando los nórdicos de Europa, pueden decir que cualquier hijo de clase trabajadora puede estudiar lo que desee.
A más, dentro de este paquete de bienestar social está la Salud. Cuba tiene un sistema médico envidiable. No es raro cruzarte con 10 doctores de camino a la aplaza mayor de cualquier ciudad. Hay multitud de clínicas, más del 90% creadas a partir de 1959, como resume un gráfico del Museo de la Revolución. 
Cabe mencionar, de pasada que al estar nacionalizada el agua y la luz, el coste de ambas facturas es muy bajo, aunque bien es cierto que ambos sistemas tienen fallos frecuentes.

Otra de las cosas que impactan de Cuba es la seguridad. Sus calles son propias del Bronx, pero su ciudadanía está a la altura del pueblecito más carismático de Suiza. La seguridad, más allá del volumen de policía, cuyo número es similar al de cualquier país europeo, radica más en la propia cultura interna de la población.


Entonces ¿Cuba es el paraíso bíblico? La respuesta es No. La República cubana es un país pobre económicamente, y arreglar un armario, comprarse un móvil, o irse a visitar un familiar a otra ciudad puede ser bastante complejo. Los cubanos cobran unos 40-60 euros al mes, con lo cual en un mercado global es complicado ‘ir a la última’. Si bien es cierto que las necesidades básicas las tienen cubiertas, les falta el segundo escalafón, que son las trivialidades ociosas. Aquí entonces nace el debate de hasta que punto, tener un sistema tan igualitario puede ser positivo o negativo. En el viaje conocí a gente de todo tipo, y mil visiones que contar.


Cuba para la bueno y para lo malo. Lo que sí que hay que admitir es que ellos sí que han sido capaces de crear en el siglo XXI un sistema económico y social diferente de la mayoría del mundo occidental, y la pregunta es qué pasará en su futuro.

Atlas de René Peña

lunes, 3 de octubre de 2016

Crítica: Ha vuelto (2015)





Crítica: Ha vuelto (2015)


En medio de una Europa sin rumbo, la historia se repite.


Hitler, Hitler, y más Hitler. Así se presenta la película alemana Ha vuelto del director David Wnedt, basada en el best seller de Timur Vermes.
Muy a mi pesar, y en contra de mis pasiones, he visto la película antes que leer el libro, pero por suerte, o por desgracia, podré tener una crítica diferente a la típica que quiere comparar eternamente si la adaptación es buena, o no.

Personalmente la película me ha encantado, creo que ha sido una obra maestra, y que pone de manifiesto un temor, un recuerdo, una duda, ya no de los espectadores, más bien de la sociedad en general, de la sociedad capitalista del siglo XXI. El argumento es tan sencillo como preguntarse, ¿qué pasaría si Hitler apareciese en Alemania 70 años después? 
La respuesta se manifiesta sencilla, pero como desenvuelve de una forma prodigiosa la obra, no todo es como aparenta. Como describe Vermes, la sociedad no ha avanzado tanto en estos años, y seguramente esos miedos volverían a desarrollarse. El miedo no es otro que la incapacidad de razonamiento de una sociedad (la europea) sin rumbo, narcisista y autocomplaciente. La tesis es clara: Hitler no fue un loco, un excéntrico, o un poseído por el Diablo. El führer era justo lo contrario, un tipo inteligente, decidido y muy lúcido, el problema de fondo no era su personalidad, más al contrario, lo que razonaba. 

Pero el trasfondo del filme no se centra tanto en la figura de Hitler, es más, el autor hábilmente regatea los temas más peliagudos como el antisemitismo o el anticomunismo del líder del Tercer Reich. La esencia del filme va en torno a los postulados de la extrema derecha europea, del miedo al otro (inmigrantes), y del deseo perverso de una clase media de volver a políticas de búnker.

Hitler ha vuelto, o mejor dicho, la extrema derecha, como ya se manifiesta en las grandes economías europeas, ha vuelto. Al igual que hace 80 años se viste de forma sibilina, y con un discurso racista infecta a las clases medias europeas, que más allá de ver el problema de su crisis económica interna en el reparto de cromos de una oligarquía financiera, ataca vehementemente a las clases trabajadoras, primero las que consideran extranjeras, y segundo, aunque todavía está por definir a las clases trabajadoras nativas.




El cuadro es una obra del artista John Heartfield